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#217016

Celebración de la Misa Crismal en la Catedral de Bogotá

30 de marzo de 2015
Celebración de la Misa Crismal en la Catedral de Bogotá

La Misa Crismal la celebración en la que, presidida por el Obispo y concelebrada con los presbíteros de la diócesis, se consagra el Santo Crisma y bendice los restantes…

 

(Ver galería de imágenes al final del texto)

 

 

¿CUÁNDO SE CELEBRA?

Ordinariamente se celebra el día Jueves Santo; en nuestra Diócesis, por la dificultad de la asistencia de los sacerdotes diocesanos se celebra el Lunes Santo en la mañana.

¿PARA QUÉ?

Con el Crisma consagrado por el obispo son ungidos los nuevos bautizados y son signados los que reciben la confirmación.

Con el óleo de los catecúmenos se preparan y disponen para el bautismo los mismos catecúmenos.

Con el óleo de los enfermos, éstos son aliviados en sus enfermedades.

 

¿QUÉ ELEMENTOS SE EMPLEAN?

Los elementos que se emplean son productos de la tierra en los que el hombre ha intervenido y que en la vida cotidiana tiene un papel importante y por lo tanto en lo sacramental, ésta acoge el simbolismo natural y lo carga de significados y valores análogos espiritualmente hasta convertirlos en instrumentos y vehículo de santificación, es decir, en verdadera materia sacramental. En el caso que nos ocupa es el aceite (óleo), que constituye uno de los productos necesarios para el hombre, tanto en su vida doméstica como en los diversos sectores de su vida laboral. Una de sus múltiples aplicaciones es extenderlo por la piel, por su color solar, y que le confiere belleza, esplendor y agilidad. Mezclado con esencias o aromas se convierte en perfume, en este caso en Crisma, para ser, los ungidos, portadores del buen olor de Cristo.

¿QUÉ EFECTOS TIENE?

Según los distintos rituales y los formularios de bendición son estos:

Óleo de los catecúmenos: se extiende el efecto de los exorcismos, se habla de fortaleza en la lucha de la vida cristiana, a la que los catecúmenos se preparan al recibir el bautismo. La oración de bendición dice: Bendice este óleo y concede tu fortaleza a los catecúmenos que han de ser ungidos con él, para que al aumentar en ellos el conocimiento de las realidades divinas y la valentía en el combate de la fe, vivan más hondamente el evangelio de Cristo, y emprendan animosos la tarea cristiana.

Óleo de los enfermos: confiere a los enfermos, como atestigua la carta de Santiago (5, 14-16) el remedio de la enfermedad, para que sean aliviados físicamente y les sea restituida la salud. En la bendición de la Misa Crismal se dice: Bendice este óleo para que cuantos sean ungidos con él sientan en cuerpo y alma tu divina protección y experimenten alivio en sus enfermedades y dolores.

El Crisma es el óleo consagrado que tiene mayor riqueza de significados y que lo encontramos en varias celebraciones y sacramentos. Es materia esencial de la confirmación, es rito complementario-explicativo en el bautismo. Se emplea en las ordenaciones de obispos, en la cabeza, y de los presbíteros, en las palmas de las manos. También se usa en la dedicación y consagración de una iglesia y de un altar. La oración consecratoria lo expresa así: Derrama sobre nuestros hermanos, cuando sean ungidos con este crisma, la abundancia de los dones del Espíritu Santo, y que los lugares y objetos consagrados por este óleo sean para tu pueblo motivo de santificación.



La característica común, al bendecir y consagrar el óleo, es la de ser medicina, remedio y aliento para nuestros cuerpos, paz y alegría para nuestros rostros, y renovación, conversión y signo para nuestro espíritu.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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