Encuentro con Jesús en la calle realizado en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Gutiérrez, Cundinamarca

Siguiendo la pauta ofrecida en la cartilla, y bajo la orientación del párroco en el pasado mes de enero, un grupo de personas …
1. ¿Qué características en común tienen los barrios?
Sus construcciones son antiguas, casas viejas, feas, calles abandonadas, en deterioro paulatino, no se ven los signos del progreso. La gente se manifiesta indiferente con los gobernantes y con sus procesos de gestión.
2. ¿Cómo es el comportamiento de las personas que me voy encontrando en el recorrido?
Las gentes son alegres, parranderas y fiesteras. Cada persona está ocupada en sus cosas
3. ¿Cómo se relacionan las personas con el territorio que ocupan?
Escasa conciencia de pertenencia a la comunidad, se descalifican y rechazan por el sectarismo político. Falta conciencia del valor del trabajo comunitario.
4. ¿Cómo son los segundos pisos de las casas? ¿Qué veo que antes no me había fijado?
Se encuentran algunas familias emprendedoras que trabajan y luchan por sacar a sus hijos adelante, procuran educarlos y posibilitarles mejores condiciones hacia el futuro.
Otros se contentan con sobrevivir.
Algunos son prepotentes, solo se esmeran por su desarrollo económico, piensan solo en acumular dinero sin reconocer la presencia del pobre que está al lado.
5. ¿Qué sensaciones, sentimientos y emociones voy experimentando durante el recorrido?
Preocupación por la división causada por el sectarismo político.
Descontento al constatar la indiferencia por el dolor ajeno, la soledad, la tristeza, la pobreza y muy frecuentemente el abandono por parte del Estado y de las familias que tienen mejores oportunidades.
6. ¿Qué cosas de las que voy viendo, oliendo y escuchando me remiten a Dios?
La hermosura de la creación con sus montañas, animales variados, pájaros, el agua, el viento, el sol; todas estas realidades me hablan de la bondad y providencia de Dios.
El esfuerzo por la superación personal y comunitaria para sobreponerse a las dificultades.
7. ¿A qué me siento llamado como hijo de Dios ante lo que voy viendo?
A iluminar la realidad con la luz de la palabra viviente.
A evangelizar, a comunicar la buena noticia. A mejorar la oración para favorecer la comunicación con Dios, a servir a los demás desinteresadamente para que el reino de Dios se haga patente.
8. ¿Qué situaciones me hacen pensar en la ausencia de Dios?
La indiferencia generalizada frente a los problemas que afectan el bien común.
Las situaciones de abandono, soledad, enfermedad, pobreza y angustia que acompañan la vida de muchas personas.
9. ¿Qué me dejó la experiencia?
Al dirigir la mirada hacia afuera, hacia mis hermanos, me siento privilegiado de Dios, lo tengo todo y debo ser agradecido con Dios y más solidario con mis hermanos.
10. ¿Cómo puedo seguir ejercitándome en una mirada contemplativa de los espacios en medio de los cuales construyo mi vida?
Saliendo del entorno inmediato, para contemplar de cerca la cruda realidad que viven muchos de nuestros hermanos, en los cuales Dios solicita nuestro apoyo, colaboración y compañía.
Situándome en la realidad del más pobre y abandonado y procurando atender a Jesús en estas situaciones traumáticas
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