“Gritarle al mundo entero que nosotros creemos en la vida”

En el marco de la celebración del Niño por Nacer que se celebra cada año en la Fiesta de la Anunciación, el pasado miércoles 25 de marzo, en la Catedral Primada de…
“Es increíble la mentalidad del mundo que no conoce a Dios, tratan de destruir la vida, encontramos nosotros una corriente en contra de la vida desde el vientre de la madre hasta la ancianidad, una mentalidad irracional porque si hay algo grande que nosotros sabemos es lo maravilloso que es la vida”, así inició la homilía monseñor Daniel Falla quien enfatizó en la vida como un don sagrado y como respuesta a una misión, a un llamado particular y preferencial de Dios para cada persona:
“Estamos reunidos aquí nosotros para gritarle al mundo entero desde esta Catedral que nosotros creemos en la vida, en esa maravilla de existencia que todos hemos recibido gracias a Dios nuestro Señor, porque hemos entendido que la vida es un don sagrado, porque cada uno de nosotros hemos salido de las manos y del corazón de Dios. Estamos en este mundo no por casualidad, estamos aquí porque Dios ha pensado en cada uno de nosotros, esa es la alegría de nuestra vida y existencia, un Dios que nos ha creado a su Imagen y semejanza, un Dios que ha pensado perfectamente en cada uno de nosotros, porque Él es el dueño de la vida”.
En esta Misa monseñor Daniel Falla dio una bendición especial a las mamás en embarazo, consagró sus hijos al amor maternal de la Virgen resaltando su valor, compromiso y testimonio por su sí a la vida.
Por tercer año consecutivo se hizo el lanzamiento de la Campaña “Fecundar-Vida porque todos somos hijos” del departamento de Promoción y Defensa de la Vida, de la Conferencia Episcopal de Colombia, donde 100 mamás aproximadamente, recibieron un Kit con pañales, ropa, cobijas, objetos de primera necesidad para sus hijos, recogidos en las parroquias y en las ONGs provida.
Al finalizar la Misa monseñor Daniel Falla bendijo los trípticos de la “Virgen Peregrina de la Vida” que recorrerán las diferentes vicarías de la arquidiócesis de Bogotá, iniciativa que también se une a la Campaña Fecundar con el fin de promover la oración y el trabajo por la reconciliación desde la defensa de la vida y la familia. Y consagró los asistentes a la Virgen por medio de la oración de la vida de San Juan Pablo II, patrono de las familias.
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A continuación el mensaje de la homilía de monseñor Daniel Falla, quien explicó que Dios al crearnos espera de nosotros dos cosas fundamentales:
¡Alégrate llena de gracia el Señor está contigo!
Lo primero que el Señor nos dice como en las palabras del ángel San Gabriel es que llevemos una vida de alegría, vayamos por la vida con el gozo de la existencia, porque el Señor está con nosotros, un Dios que nos acompaña, que no solo nos ha dado la existencia sino que camina con nosotros por medio de este mundo mientras vamos llegando a la eternidad.
Dios busca para nosotros la verdadera felicidad, en los planes de Dios para el ser humano no está la tristeza, ni la amargura, ni la soledad, ni una vida sin sentido, esto no cabe en la mentalidad de Dios; lo que Dios espera es que cada persona que viene a este mundo encuentre la verdadera alegría y que la encontrará si descubrimos a Dios que está siempre a nuestro lado, porque es la fuente de toda bendición de la alegría y del gozo perfecto.
Es lo primero que nos dice la Palabra de Dios en este día: Buscar cada día de nuestra vida a Dios para que Él le de el sentido y la alegría que todos vamos buscando en el fondo de nuestro corazón.
“He aquí la esclava del Señor hágase en mí, según su Palabra”
En segundo lugar, enmarcada en la celebración por los niños por nacer, es que Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros, que ninguno pase por este mundo en vano, que dejemos una huella en este mundo porque Dios cuenta con nosotros, con nuestra propia existencia, no nos puso en la vida para decorar el mundo, ha pensado en nosotros, todos tenemos un papel que realizar, Dios cuenta con nosotros y eso debe ser algo maravilloso.
Mirar nuestra vida que estamos en este mundo no por casualidad y nos entrega una responsabilidad muy grande y es la de colaborar con El para que este mundo sea cada día un mundo mejor.
Indudablemente podemos sentir miedo, temores en la vida…¿cómo responderle a Dios que nos entrega la vida y que espera muchas cosas de cada uno de nosotros?...ese es el pensamiento que tristemente muchas personas tratan de manipular en los demás, que quieren a provecharse del miedo que podemos tener nosotros al recibir la vida para ponerla al servicio de Dios y de la humanidad, por eso tristemente muchas personas terminan en el aborto porque les da miedo de asumir y entender su responsabilidad, de recibir la vida como un don de Dios y llevarla adelante con toda la responsabilidad posible.
Escuchemos a monseñor Daniel Falla con su alegría por las participación de tantas personas diciéndole sí a la vida y su reflexión sobre qué hubiera pasado si la Virgen María hubiera dicho que no?...
Monseñor Daniel Falla continúa:
“Por eso es que le decimos continuamente al Señor aquí estamos como un Ejército dispuestos a defender la vida con todas las consecuencias que sean posibles porque hemos entendido Señor que la vida es sagrada, que viene de tus manos y tu cuentas con nosotros para hacer obras grandes en favor de toda la humanidad. Le pedimos hoy al Señor que a todos nos de la gracia de experimentar siempre su compañía a nuestro lado, de ir por la vida con la certeza de que Dios cuenta con nosotros y que cada uno de nosotros somos importantes porque hemos salido de las manos y del corazón de Dios”.
Así mismo, invitó a los presentes a dejar una huella imborrable en este mundo cumpliendo la Voluntad de Dios, mediante la escucha atenta de la Palabra por medio de la cual nos muestra con claridad lo que quiere de cada uno de nosotros y nos da las razones por las que nos tiene en este mundo, además de darle las gracias por la vida y pedirle que nos sostenga en cada momento.
Finalmente invitó a todos a hacer una plegaria al Dios de la Vida y a la Virgen nuestra Madre, escúchala y ora a continuación:
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