Iglesia insistió en el perdón como camino para la paz

Un llamado enfático para que los colombianos perdonen y se reconcilien, principalmente en la coyuntura política en la que se encuentra el país, hizo, el viernes, la…
Durante sus intervenciones en sus distintas diócesis y arquidiócesis, la mayoría de los arzobispos colombianos aterrizaron sus discursos a las necesidades particulares de sus comunidades, durante el denominado sermón de las siete palabras, que recuerda los últimos momentos de vida del mesías cristiano.
Monseñor Darío de Jesús Monsalve, arzobispo de Cali, hizo énfasis en la sexta palabra de Jesús (‘todo está cumplido’), quien, instantes antes de expirar, “denunció la violencia que no se detiene, que consume vidas, destruye convivencias, rompe vínculos, somete a la impotencia hasta aniquilar a quien el violento considera su rival, su enemigo, su amenaza o estorbo a sus pretensiones”.
“Tenemos que salir de la violencia y liberarnos de ella. No podemos seguir atados a ese monstruo de matanza entre los hombres, como lo llamaba alguien. Esta es la hora, esta es quizás y no otra, en la que necesitamos construir entre las mayorías la reconciliación nacional, la fuerza de la paz, la verdad”, aseguró Monsalve.
El religioso también pidió que, en nombre de la posverdad, no se siga justificando ningún tipo de violencia, “ni siquiera la llamada violencia de respuesta, es decir, aquella que se justifica como respuesta a una afrenta recibida y calificada de violenta; esa fuerza es legítima del Estado”.
Por su parte, monseñor Óscar Urbina, arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, aseveró que “el perdón es una acción radical que nace en nuestro corazón humano. Cristo muerto y resucitado hace posible el perdón y el perdón es una fuerza trasformadora que libera, sana y constituye un horizonte de sociedad nueva”.
Esta es la hora, esta es quizás y no otra, en la que necesitamos construir entre las mayorías la reconciliación nacional, la fuerza de la paz, la verdad
El arzobispo de Medellín, monseñor Ricardo Tobón Restrepo, reflexionó sobre la primera palabra de Jesús (‘Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen’) e invitó a los ciudadanos al perdón y la reconciliación.
“En medio del suplicio, Jesús dice unas palabras que nadie esperaba y que todavía hoy nos sorprenden”, dijo monseñor, quien pidió a los feligreses que el gesto del perdón permita cambiar la agresividad y el resentimiento a la hora de actuar.
“Tenemos que aprender a perdonar o, de lo contrario, seguiremos viendo cómo en Colombia la violencia se mimetiza, se adapta, se especializa. Sin un proceso de reconciliación nadie podrá parar las fieras inteligentes que logramos ser. Podemos pasar de tener grupos armados a ser toda una sociedad que asume la violencia como forma de resolver sus problemas, que pelea en el hogar, que maltrata en el trabajo, que tiene miedo de los otros en las calles”, meditó el arzobispo.
Monseñor Pablo Salas Anteliz, arzobispo de Barranquilla, aprovechó el sermón de las siete palabras para requerir protección hacia a las mujeres, representadas en la Biblia por la Virgen María.
“Alcemos nuestra voz frente a la sistemática, espantosa y dolorosa violencia contra la mujer en este país, que se ejerce contra nuestras mamás, contras la mujeres en todos los ámbitos de nuestra sociedad, dentro de nuestras familias”, expresó el prelado.
“No ha bastado esta violencia sistemática, que por 50 años ha herido a nuestras familias, al corazón de nuestras madres, y todavía pareciera que la violencia no hubiese sido suficiente. Nuestras mujeres siguen siendo violentadas de una forma cruel e injusta”, agregó.
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