“Señor, mándame seminaristas, pero con el pan debajo del brazo”

Con más de dos millones de habitantes y apenas 45 parroquias, 55 presbíteros y 11 diáconos permanentes la diócesis de Soacha lucha a diario por llevar el Evangelio a todos los rincones de su vasto territorio de 425 kilómetros cuadrados, que abarca desde el límite con Bogotá en Ciudad Bolívar hasta Sibaté y Bosa.

La carencia de terreno y, por lo tanto el altísimo valor del mismo, no han permitido la creación de las parroquias necesarias para poder atender mejor a los fieles, además de los pocos sacerdotes que están disponibles en esta iglesia particular.

Monseñor Falla se ha convertido en el primer promotor vocacional y todos los jueves, frente al Santísimo ora por las vocaciones en compañía de sus sacerdotes. Por ahora se forman 16 jóvenes en el seminario intermisional, al norte de Bogotá.

La razón de esta decisión es que Soacha es un territorio de misión al que llegan familias de todo el país, huyendo de diversas formas de violencia en espera de un mejor presente y futuro.

No son como los pintan es el nombre la obra de teatro, original de monseñor Daniel Caro Borda, interpretada por los mismos presbíteros de Soacha, con la que se dio inicio al año de gracia para la celebración de los 15 años de esta diócesis.