Niños sanos y felices

Los niños pequeños experimentan su mundo como un entorno de relaciones, y estas relaciones pueden afectar muchos aspectos de su desarrollo
Para los niños pequeños, el mundo está lleno de experiencias; a medida que maduran, las relaciones familiares tocan todas las áreas de su desarrollo: del pensamiento, sociales, emocionales, físicas, del comportamiento y morales.
Las buenas relaciones familiares que son estables en los primeros años, ayudan a los niños a desarrollar una buena autoestima, los motivan a aprender y los hacen ser exitosos en la escuela.
Más tarde en la vida, esas mismas relaciones contribuyen a mejorar la capacidad de los niños de hablar en vez de pelear, de construir en lugar de destruir, permitiéndoles conocer la diferencia entre el bien y el mal, hacer y mantener amigos y ser miembros valiosos de la familia. Además, si las relaciones familiares son buenas, los niños pueden comer y dormir mejor.
Relaciones familiares positivas
Algunas cosas que se puede hacer para desarrollar buenas relaciones familiares, son por ejemplo, buscar una hora del día para estar en familia. Recordar hablar, compartir y reír cuando pasen tiempo juntos. Tener un tiempo a solas con los hijos para compartir ideas y conectarse el uno al otro. Planear cosas divertidas para toda la familia con regularidad.
El niño tiene la oportunidad de aprender lecciones importantes de los padres y de la familia, además de adquirir hábitos importantes con su ayuda. Los padres y la familia modelan la vida diaria y las rutinas de un niño, tanto consciente como inconscientemente. Al incluir a sus hijos en las actividades de la vida diaria, se les está ofreciendo la oportunidad de contribuir en las rutinas del hogar desarrollando un sentido de responsabilidad y logro.
Algunas formas en las que se puede considerar incluir a su hijo en la vida diaria, son: Pedirle que ayude a crear las reglas familiares. Asignarle tareas, tales como limpiar la mesa después de la comida o ayudar a lavar y guardar los platos. Pedirle que los ayude a hacer la lista de compras y/o a cocinar un plato de comida. Invitarlo a que colabore a ordenar la ropa para lavarla o doblar y ordenar ropa limpia. Incluso los niños muy pequeños pueden sacudir la ropa mojada o ayudar a guardar ropa limpia.
Formular preguntas
Al incluir a los hijos en sus rutinas diarias, abre la oportunidad para que papá mamá y él o ellos, discutan cualquier número de temas y enfrenten sus preguntas en una conversación significativa.
Los hijos se beneficiarán de la observación e interacción con los padres, mientras participan en actividades de la vida diaria, con preguntas significativas que ellos plantean y que papás atienden. Mientras los padres les muestran cómo realizarlas tareas diarias, también pueden animarlos a pensar por qué deben hacerse estas cosas. De esta manera, se estará apoyando a los hijos a pensar más profundamente acerca de cómo responder y hacer preguntas con claridad y de forma inteligente. Mientras los niños formen parte de su rutina diaria, puede utilizar el tiempo para evocar hechos pasados, predecir lo que podría suceder a continuación o buscar información relacionada con lo que están haciendo.
Las relaciones se construyen a través de la confianza y el apoyo, los hijos comienzan a construir la suya en casa. A través del respeto mutuo, el tiempo positivo y consistente que pasan juntos, y la participación en las rutinas diarias, los niños desarrollan una comprensión más profunda de su lugar dentro de la comunidad familiar. Todas las habilidades que sus hijos aprendan a través de estas rutinas, podrá utilizarlas posteriormente cuando entre a una comunidad más amplia y establezca relaciones con otros niños y adultos.
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