Uno de los hechos más significativos del pontificado de Francisco

El Sínodo extraordinario de obispos sobre la familia, como popularmente se le conoce, se ha considerado uno de los hechos más significativos del pontificado de…
«Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización» ha sido el lema de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de Obispos, convocada por el papa Francisco, la cual se desarrolló en la Ciudad del Vaticano entre el 5 y el 19 de octubre de 2014.
Esta Asamblea sinodal fue dedicada de modo especial a las familias, a su vocación y misión en la Iglesia y en la sociedad, a los problemas de los matrimonios, de la vida familiar, de la educación de los hijos y a la tarea de las familias en la misión de la Iglesia.
A esta Asamblea sinodal extraordinaria seguirá en este año 2015 la Asamblea ordinaria, que tratará el mismo tema de la familia. Y, en ese contexto, en septiembre de 2015, tendrá lugar el Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia.
Por lo que el papa Francisco le ha pedido a las familias orar para que, mediante estas iniciativas, la Iglesia realice un auténtico camino de discernimiento y adopte los medios pastorales adecuados para ayudar a las familias a afrontar los retos actuales con la luz y la fuerza que vienen del Evangelio.
La III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de Obispos ha sido calificada como una de las reuniones de obispos que suscitó mayor interés mediático previo y polémicas más encendidas desde el Concilio Vaticano II; distintos participantes lo compararon con aquel histórico Concilio convocado 50 años antes y el arzobispo de Manila, cardenal Luis Antonio Tagle señaló que varios prelados sintieron el espíritu del Vaticano II en este sínodo.
Si bien existen dos antecedentes de sínodos extraordinarios de obispos, la convocatoria a la III Asamblea General Extraordinaria de 2014 resultó en más de un sentido única:
- Porque fue la primera vez que un papa convocó una asamblea de carácter extraordinario apenas ocho meses después de iniciado su pontificado. En el capítulo del Código de Derecho Canónico relativo a las asambleas sinodales, se establece que el sínodo de los obispos ha de reunirse en Asamblea General
Extraordinaria cuando el asunto en cuestión, además de relacionarse con el bien de la Iglesia universal, requiere una «resolución rápida».
Esta convocatoria solo fue superada en presteza por la del Concilio Vaticano II, ya que Juan XXIII anunció su intención de convocar el concilio a escasos tres meses de iniciado su papado.
- Porque se trató de la primera convocatoria de carácter extraordinario que tuvo en la familia su eje temático. El tema de la familia en particular solo había sido tratado en la V Asamblea General Ordinaria (26 de septiembre-25 de octubre de 1980) convocada por Juan Pablo II bajo el lema «La familia cristiana», que abonó la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio (22 de noviembre de 1981).
- Porque incluyó temas derivados de situaciones social y eclesialmente controvertidas vividas por un porcentaje considerable de familias en las últimas décadas: los divorciados con nueva unión, la difusión de las parejas de hecho, las unidos entre personas del mismo sexo y su eventual adopción de hijos, los matrimonios mixtos o interreligiosos, la familia monoparental, la difusión del alquiler de vientres y el debilitamiento o abandono de la fe en el sacramento del matrimonio y en la confesión.
El sínodo forma parte de una ruta de trabajo que consta de dos etapas. La primera etapa se constituye con la III Asamblea General Extraordinaria en sí cuyo propósito, en palabras de Lorenzo Baldisseri, es «precisar el status quaestionis y recoger testimonios y propuestas de los obispos para anunciar y vivir el Evangelio con credibilidad para la familia»; la segunda etapa se integra con la Asamblea General Ordinaria prevista para 2015, cuyo objetivo consiste en «dar las líneas operativas para la pastoral de la persona humana y de la familia».
El nivel de importancia fue señalado por el propio director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede:
“Es muy importante que un Sínodo extraordinario haya sido convocado en el tema de la pastoral de la familia. Esta es la manera en la que el papa manifiesta la intención de promover la reflexión y orientar el camino de la comunidad de la Iglesia, con la participación responsable del episcopado de diferentes partes del mundo”.
Retos del Papa Francisco con la familia en el 2015
Este año 2015 será también decisivo para el magisterio de este pontificado, en particular, para dos cuestiones decisivas para la sociedad: la familia y la responsabilidad ante la creación y el ambiente.
El evento eclesial más esperado de la Iglesia será el segundo y consecutivo Sínodo de obispos del mundo sobre la Familia, que se celebrará en el Vaticano del 4 al 25 de octubre.
En esta asamblea se perfilarán las propuestas para la pastoral familiar que comenzaron a ser discutidas, en ocasiones con gran vehemencia, en el Sínodo de Obispos de octubre pasado.
Las propuestas episcopales, que serán votadas en el aula sinodal, serán después sometidas al Papa para que, según la costumbre, elabore la exhortación apostólica postsinodal, que debería animar la pastoral familiar de la Iglesia.
El Papa ha decidido preparar a la Iglesia para el Sínodo con tres iniciativas importantes. Por una parte, ha enviado un nuevo cuestionario a todas las diócesis del mundo para que sus respuestas sirvan de reflexión en la redacción del documento de trabajo, la guía de las discusiones de los obispos durante el Sínodo.
En segundo lugar, el pontífice ha decidido dedicar al tema de la familia sus intervenciones durante la audiencia general de los miércoles de este año. En esta ocasión, los críticos del Papa no podrán decir que no se sabe cuál es su pensamiento sobre la materia.
En tercer lugar, el Papa ha querido preparar esa cita participando personalmente en el Encuentro Mundial de las Familias, que se celebrará del 22 al 27 de septiembre en la arquidiócesis estadounidense de Filadelfia.
En su pontificado ha educado a las familias
En el mes de octubre del año 2013 miles de familias peregrinaron y se reunieron con el Papa Francisco con motivo del Año de la fe, el pontífice les comunicó su idea de la familia cristiana y les ha explicó cómo la familia debe ser la levadura para toda la sociedad.
A continuación les compartimos diez reflexiones en sus dos encuentros principales con las familias cristianas.
1. Lo que más pesa es la falta de amor
“Aquello que pesa más de todas las cosas es la falta de amor. Pesa no recibir una sonrisa, no ser recibidos. Pesan ciertos silencios. A veces, también en familia, entre marido y mujer, entre padres e hijos, entre hermanos. Sin amor el esfuerzo se hace más pesado, intolerable. Pienso en los ancianos solos, en las familias que tienen que fatigar porque no reciben ayuda para sostener a quien en casa tiene necesidad de atención especial y cuidados. “Vengan a mí, todos ustedes que están cansados y oprimidos” dice Jesús”.
2. Los peligros de la familia
“Los esposos cristianos no son ingenuos, conocen los problemas y peligros de la vida, pero no tienen miedo de asumir su responsabilidad delante de Dios y de la sociedad. Sin escaparse, sin aislarnos, sin renunciar a la misión de formar una familia y traer al mundo a los hijos”.
3. La gracia del sacramento del matrimonio
Los sacramentos no están para adornar una vida. “Que bonito matrimonio, que linda la ceremonia, la fiesta” Pero eso no es el sacramento, no es la gracia del sacramento, aquello es una decoración, y la gracia no es para decorar la vida, es para hacernos fuertes, para hacernos valientes, ¡para poder ir hacia delante! Sin aislarnos, siempre juntos.
4. La necesidad familiar de los cristianos
Los cristianos se casan en el sacramento porque son conscientes de tener necesidad. Tienen necesidad para estar unidos entre ellos y para cumplir la misión de los padres. En la alegría y en el dolor, en la salud y en la enfermedad, así dicen los esposos en el sacramento.
5. La familia para toda la vida
“Un largo viaje que no es por partes, que dura toda la vida, y necesitan la ayuda de Jesús para caminar juntos, con confianza, para acogerse, uno al otro cada día, y perdonarse cada día, y esto es importante en las familias, saber perdonarse. Porque todos nosotros tenemos defectos. ¡Todos! Y a veces hacemos cosas que no son buenas, hacen mal a los demás. Tener el coraje de pedir perdón cuando en la familia nos equivocamos”.
6. Permiso, gracias y perdón
Para llevar adelante una familia es necesario usar tres palabras. Quiero repetirlo, tres palabras: permiso, gracias, y perdón. Tres palabras claves.
7. La familia que ora
Todas las familias, tienen necesidad de Dios: todas, ¡todas! Necesidad de su ayuda, de su fuerza, de su bendición, de su misericordia, de su perdón. Y se requiere sencillez. ¡Para rezar en familia se requiere sencillez! Rezar juntos el “Padre nuestro”, alrededor de la mesa, no es una cosa extraordinaria: es fácil. Y rezar juntos el Rosario, en familia, es muy bello, da mucha fuerza. Y también rezar el uno por el otro: el marido por la mujer, la mujer por el marido, ambos por los hijos, los hijos por los padres, por los abuelos… Rezar el uno por el otro. Esto es orar en familia, y esto hace fuerte a la familia: la oración.
8. La familia conserva la fe
Las familias cristianas son familias misioneras. Ayer hemos escuchado, aquí en la Plaza, el testimonio de familias misioneras. Son misioneras también en la vida de cada día, haciendo las cosas de todos los días, ¡poniendo en todo la sal y la levadura de la fe! Conservar la fe en familia y poner la sal y la levadura de la fe en las cosas de todos los días.
9. La alegría de la familia
“La verdadera alegría que se disfruta en familia no es algo superficial, no viene de las cosas, de las circunstancias favorables… la verdadera alegría viene de la armonía profunda entre las personas, que todos experimentan en su corazón y que nos hace sentir la belleza de estar juntos, de sostenerse mutuamente el camino de la vida”.
10. Dios y la armonía de las diferencias
Tener paciencia entre nosotros. Amor paciente. Sólo Dios sabe crear la armonía de las diferencias. Si falta el amor de Dios, también la familia pierde la armonía, prevalecen los individualismos, y se apaga la alegría. Por el contrario, la familia que vive la alegría de la fe la comunica espontáneamente, es sal de la tierra y luz del mundo, es levadura para toda la sociedad.
Frases sobre la familia dichas por el Papa Francisco
1. “En su camino familiar, ustedes comparten tantos momentos inolvidables: las comidas, el descanso, las tareas de la casa, la diversión, la oración, las excursiones y peregrinaciones, la solidaridad con los necesitados… Sin embargo, si falta el amor, falta la alegría, y el amor auténtico nos lo da Jesús”
2. "Cuando nos preocupamos por nuestras familias y sus necesidades, cuando entendemos sus problemas y esperanzas... cuando sostienen la familia, sus esfuerzos repercuten no sólo en beneficio de la Iglesia; también ayudan a la sociedad entera"
3. “Todos sabemos que no existe la familia perfecta, ni el marido o la mujer perfectos. No digamos la suegra perfecta... Existimos nosotros, los pecadores. Jesús, que nos conoce bien, nos enseña un secreto: que un día no termine nunca sin pedir perdón”.
4. “Tener un lugar a donde ir, se llama Hogar. Tener personas a quien amar, se llama Familia y tener ambas se llama Bendición.”
5. “Educar en la solidaridad significa entonces educarnos en la humanidad. Apoyar y proteger a la familia para que eduque a la solidaridad y al respeto es un paso decisivo para caminar hacia una sociedad más equitativa y humana.”
6. "¡Qué precioso es el valor de la familia, como lugar privilegiado para transmitir la fe!”
7. “Preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y a que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón. Es preocuparse uno del otro en la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como padres, cuidan de sus hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán en cuidadores de los padres”.
8. “En la vida, la familia experimenta tantos momentos bellos. El descanso, los almuerzos juntos, las salidas al parque, al campo, la visita a los abuelos, la visita a una persona enferma, pero si falta el amor, falta la alegría, la fiesta, y el amor siempre nos los da Jesús. Él es la fuente inacabable.”
9. "El matrimonio tiende a ser visto como una mera forma de gratificación afectiva. Pero su aporte a la sociedad supera el nivel de emotividad. El matrimonio no procede del sentimiento amoroso efímero, sino de una unión de vida total”.
10. "El matrimonio es un trabajo de todos los días, se puede decir que artesanal, un trabajo de orfebrería porque el marido tiene la tarea de hacer más mujer a la mujer y la mujer tiene la tarea de hacer más hombre al marido. Crecer también en humanidad, como hombre y mujer”.
11. “Todos nos equivocamos, y a veces alguno se ofende en la familia, en la pareja; fuerte algunas veces… Yo digo “vuelan los platos”, ¿eh? Se dicen palabras fuertes, pero escuchen este consejo: no terminen el día sin hacer las paces. La paz se rehace cada día en la familia. Pidiendo perdón: “perdóname” y se recomienza de nuevo.”
12. “Un matrimonio no tiene éxito sólo si dura, es importante su calidad. Estar juntos y saberse amar para siempre es el desafío de los esposos cristianos.”
13. "Veo la santidad en una mujer que cría a sus hijos. En un hombre que trabaja para llevar a casa el pan. En los enfermos. En las religiosas... Esta es la santidad común".
14. "Aquello que pesa más que todas las cosas es la falta de amor. Pesa no recibir una sonrisa, no ser recibidos. Pesan ciertos silencios. A veces, también en familia, entre marido y mujer, entre padres e hijos, entre hermanos. Sin amor, el esfuerzo se hace más pesado, intolerable"
15. “En el Padrenuestro decimos: 'Danos hoy nuestro pan de cada día”. El matrimonio puede aprender a rezar así: 'Danos hoy nuestro amor de cada día'”.
16. "El verdadero vínculo es siempre con el Señor. Todas las familias, tienen necesidad de Dios: todas, ¡todas! Necesidad de su ayuda, de su fuerza, de su bendición, de su misericordia, de su perdón. Y se requiere sencillez. ¡Para rezar en familia se requiere sencillez! Cuando la familia reza unida, el vínculo se hace fuerte".
17. “El amor de dos esposos es una realización, una realidad que crece, y podemos decir que es como construir una casa, y esa casa se construye juntos, no solos”.
18. "La verdadera alegría viene de la armonía profunda entre las personas, que todos experimentan en su corazón y que nos hace sentir la belleza de estar juntos, de sostenerse mutuamente en el camino de la vida".
19. “La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. Madura a la vez que nos damos a los otros”.
20. "La familia es la fuente de toda fraternidad, y por eso es también el fundamento y el camino primordial para la paz, pues, por vocación, debería contagiar al mundo con su amor".
21. “Hoy, la familia es despreciada, es maltratada, y lo que se nos pide es reconocer lo bello, auténtico y bueno que es formar una familia, ser familia hoy; lo indispensable que es esto para la vida del mundo, para el futuro de la humanidad".
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