El papa Francisco celebró misa en Catedral de Manila en Fiipinas

El Papa Francisco celebró hoy viernes 16 de enero por la mañana (hora local) una misa con los sacerdotes, religiosos y seminaristas de Filipinas
Unos dos mil asistentes vestidos de riguroso blanco, como suele ser costumbre en Asia y otros lugares debido a las altas temperaturas, asistieron a la celebración en la que se habló en latín, en inglés y también en tagalo.
"¿Me queréis?", arrancó la homilía del Papa en inglés. "¡Sí!", respondieron todos. El Santo Padre dijo divertido: "Gracias, muchas gracias, pero estaba leyendo las palabras de Jesús". La improvisación del Pontífice argentino desató la ovación y las risas de los obispos, sacerdotes, religiosos y seminaristas filipinos presentes en la Catedral.
Francisco volvió a improvisar, respecto al discurso que tenía escrito, para destacar que "los pobres son el corazón del Evangelio". "Si dejamos a los pobres fuera del Evangelio no podremos comprender a Jesús", añadió.
En sus palabras, recordó que "la Iglesia está llamada a reconocer y combatir las causas de la desigualdad y la injusticia, profundamente arraigada, que deforman el rostro de la sociedad filipina contradiciendo las enseñanzas de Cristo". "Sólo si llegamos a ser pobres, y eliminamos nuestra complacencia, seremos capaces de identificarnos con los últimos de nuestros hermanos y hermanas", insistió.
De esta manera, explicó el Papa, se podrá responder "con honestidad e integridad al desafío de anunciar la radicalidad del Evangelio en una sociedad acostumbrada a la exclusión social, a la polarización y a una desigualdad escandalosa".
A los jóvenes sacerdotes, religiosos y seminaristas, les exhortó también a que estén cerca de sus coetáneos, que "pueden estar confundidos y desanimados, pero siguen viendo a la Iglesia como compañera en el camino y una fuente de esperanza".
Les instó a mostrar cercanía "a aquellos que, viviendo en medio de una sociedad abrumada por la pobreza y la corrupción, están abatidos, tentados de darse por vencidos, de abandonar los estudios y vivir en las calles". Así como, "a proclamar la belleza y la verdad del mensaje cristiano a una sociedad que está tentada por una visión confusa de la sexualidad, el matrimonio y la familia".
Al concluir la Eucaristía en la Catedral que se “resiste a desaparecer”, el Cardenal Luis Antonio Tagle dirigió unas palabras al Santo Padre.
El Purpurado filipino de 56 años de edad, dijo al Papa que “esta catedral ha sido arrasada muchas veces pero se resiste a desaparecer. Renace valientemente de las ruinas, igual que el pueblo filipino”.
El Arzobispo de Manila hizo un recorrido por la historia de este importante templo: “la Catedral de Manila fue la primera iglesia catedral de Filipinas. Puede ser considerada como un símbolo del pueblo filipino”.
“El fuego destruyó la primera catedral. Las siguientes cinco catedrales fueron total o parcialmente dañadas por terremotos, de los cuales el más intenso fue el de 1863 sepultando en los escombros a los miembros del capítulo de la catedral, el coro y los fieles laicos”.
El Cardenal Tagle recordó también que “la séptima catedral fue bombardeada inmisericordemente junto a otros edificios en la Ciudad Amurallada de Manila (Intramuros) durante la batalla de liberación de 1945. Estamos hoy reunidos en la octava catedral que cerramos hace tres años para repararla. Ahora lo recibe cálidamente”.
“Ante usted esta mañana están representantes de los obispos, sacerdotes, religiosos, hombres y mujeres y fieles laicos de Filipinas y Asia. En su nombre, le doy la bienvenida a nuestro país, a la ciudad de Manila y a la Basílica Catedral de la Inmaculada Concepción”.
El Purpurado le dijo también al Santo Padre que “estamos llenos de alegría porque está con nosotros, especialmente en esta primera Celebración Eucarística de su visita pastoral”.
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