El presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el cardenal Kurt Koch, habla de posibles soluciones a nivel continental sobre algunos temas

«La salvación que Cristo ha traído al mundo se dirige al pueblo, en este sentido la teología debe tener una dimensión pastoral muy clara»:Kurt Koch
¿Cómo proceden los trabajos, cuál es el clima en general del Sínodo?
En la plenaria el clima es muy bueno, veo que todos hablan y todos escuchan, no hay grandes discusiones sobre la metodología, la confrontación prosigue en los círculos y mi impresión es que también en los círculos menores todo va bien. Yo estoy en el círculo de lengua alemana, en el que hay grandes y diferentes personalidades, y hay una buena atmósfera y una buena discusión.
¿El debate sobre la metodología del Sínodo ha sido superado?
Sí, creo que sí. Creo que es muy positivo el hecho de que haya mucho tiempo para la discusión en los círculos menores, porque tenemos tiempo para discutir y no solo para escuchar las intervenciones en el arco del día.
¿Han surgido sensibilidades diferentes, enfoques diferentes?
Esto me parece natural, porque las cuestiones son, en algunos casos, muy difíciles, complejas; y así, uno ve un aspecto; un segundo padre sinodal subraya otro… Entonces se puede tener en un primer momento la impresión de que esto constituye una contradicción, pero si podemos discutir los problemas a fondo, observamos que las cosas no están forzosamente en contraposición, sino que constituyen dos diferentes aspectos y debemos trabajar para encontrar una solución con respecto a los tiempos establecidos.
La dualidad entre doctrina y pastoral: ¿hay dos corrientes de pensamiento dentro del Sínodo que privilegien una u otra?
Pero no puede existir una contradicción entre estos dos aspectos. No hay una teología que no tenga una dimensión pastoral y no hay una pastoral que no tenga un fundamento teológico. Nosotros no podemos hacer la teología en una habitación cerrada y después decir cómo podemos hacerlo llegar al pueblo, porque la salvación que Cristo ha traído al mundo se dirige al pueblo; en este sentido la teología debe tener una dimensión pastoral muy clara. Por ello no podemos crear una contradicción entre estos dos aspectos.
Algunos padres sinodales han planteado una solución que prevé una mayor autonomía para los obispos, a nivel diocesano, en relación con ciertos temas. ¿Qué le parece esta hipótesis?
Depende de la materia. Pienso, por ejemplo, en la jurisdicción de los matrimonios, los procesos de nulidad, de los que el Papa ha dado la responsabilidad al obispo diocesano; pero si se trata de cuestiones que tocan a toda la Iglesia, no creo que esto sea posible. Podemos animar una tercera visión: no existen solo la Iglesia universal o el obispo de la diócesis local, por lo que se puede pensar también en una comisión regional continental; estos niveles no han sido desarrollados todavía bien y creo que este aspecto es mucho más importante que dar hoy responsabilidad al obispo diocesano. Porque también hay una comunión entre los obispos, que deben encontrar una solución común en la misma región.
¿Es un proceso en marcha?
Sí, claramente.
¿Cómo concluirá el Sínodo?
Yo espero que podamos dar al Papa un buen documento final, y después será él quien decida qué hacer, pero estoy seguro del que el Santo Padre hará algo muy bueno.
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