Francisco denuncia a quienes quieren transformar los hospitales en negocios

Dura denuncia de Francisco contra los que se dejan caer en la tentación de "transformar los hospitales en empresas" y en "hacer negocio con la salud". El Papa recibía a los trabajadores del hospital pediátrico del 'Bambino Gesú' de Roma, que pertenece a la Iglesia y quiso dejar claro, además, que no hay "recetas" para abordar el mal inocente, pero invitó a no perder nunca la esperanza,  que es "la gasolina de la vida cristiana".

La presidenta del hospital pediátrico Bambino Iesu, Mariella Enoc, le presenta "una pequeña parte" del hospital". "Una comunidad excepcional, que entregan y dan la vida". "Un hospital que ha crecido y se ha convertido en uno de los mayores de Europa".

En el estrado, junto al Papa, unos cincuenta niños enfermos. Entre ellos, un grupo de niños de Centroáfrica, acompañados por el recién creado cardenal Nzapalainga, arzobispo de Bamgui.

Tras el saludo de la presidenta del Hospital, intervienen varias personas, para plantearle unas cuantas preguntas al Papa. La primera, Valentina, una enfermera, que le pregunta cómo realizar bien su trabajo. Dino, un celador, le pregunta cómo conseguir que Roma sea una ciudad acogedora. Luca, otro enfermero, pregunta cuál debe ser la característica para trabajar en el Hospital de la Iglesia.

Serena, una chica de 27 años, a la que a los 13 años le diagnosticaron un linfoma. Luchó y venció a la enfermedad. Y contó su dura experiencia y confesó que quiere ser médico. El Papa contestó con un discurso improvisado y desde el corazón.