La Iglesia en España celebra diversas actividades vocacionales en torno al Día del Seminario que se celebra en la Solemnidad de San José

El lema para este año es Señor ¿Qué mandáis hacer de mí? Se trata de una pregunta que corresponde a un poema recitado por Santa Teresa
El Día del Seminario es una jornada de mucha relevancia para la Iglesia en España, promovido por la Conferencia Episcopal Española, principalmente por su larga historia, más de 80 años de realización, y fundamentalmente, porque se trata de reflexionar sobre el seminario y los seminaristas.
Según los datos estadísticos del año 2014-2015 hay un ligero aumento de seminaristas en toda España. Aunque es prematuro hablar de un "resurgimiento vocacional" en España, es real y esperanzadora la realidad.
Por otro lado, es oportuno destacar que España (aunque se encuentre en crisis vocacional) es un referente en lo que se refiere a estrucutras y programas sobre la pastoral vocacional.
Con el artículo de José Morenos, vamos a dar una original respuesta a la pregunta ¿Cómo surge la maravillosa idea de realizar el "Día del Seminario" entorno a la Solemnidad de San José?
1. El nacimiento del Día del Seminario
La fiesta de san José y su patrocinio
El Día del Seminario surge en el contexto eclesial de la preocupación por las vocaciones sacerdotales. En España la escasez de vocaciones comenzó a palparse como consecuencia de la revolución de 1868, que provocó el cierre de varios seminarios y un fuerte descenso en el número de seminaristas.
Uno de los pioneros en la preocupación por las vocaciones fue elbeato Manuel Domingo y Sol, entonces un joven sacerdote de Tortosa. El año 1873 estableció un colegio para seminaristas pobres.
El obispo de Tortosa, monseñor Benito Vilamitjana, que luego sería cardenal arzobispo de Tarragona, determinó que se llamara "Colegio de San José" y regaló para el altar de la capilla de dicho colegio un devoto cuadro de san José con el Niño Jesús en su regazo.
Recordemos que el año 1870, Pío IX, por el Decreto Quemadmodum Deus proclamaba a san José patrono de la Iglesia Universal y que en 1871 por el documento Inclytum Patriarcham exhortaba a promover su culto en toda la Iglesia y a venerarlo con íntima y afectuosa devoción.
Monseñor Manuel Domingo y Sol recordará agradecido la idea feliz del obispo: "Un alma grande, un bienhechor insigne, el propio prelado de la diócesis, nos señaló con la mano y nos prescribió casi con mandato al patriarca san José como sombra que nos guareciera y que, en medio de las dificultades, penuria y contradicciones, pusiera a salvo la obra de nuestras manos.Bendito sea el momento en que nos fue dado tan poderoso protector. ¡Nuestra esperanza no se vio defraudada!".
De hecho todos los colegios de vocaciones que funde Don Manuel se llamarán "Colegio de San José". Él pone también en marcha la Obra de Fomento y sostenimiento de las vocaciones eclesiásticas en Tortosa bajo el patrocinio de san José.
Este inicio carismático se completaría con la idea de una "Asociación de sacerdotes para el fomento de las vocaciones", que daría lugar a la fundación en 1883 de los "Operarios Diocesanos", que serán popularmente conocidos como "Josefinos".
San Enrique de Ossó, fundador de la Compañía de Santa Teresa de Jesús, también sacerdote tortosino, ya en el primer número de laRevista Santa Teresa de Jesús, en 1874, recomendaba la Obra de las Vocaciones eclesiásticas fundada por el beato Domingo y Sol, amigo personal suyo, y el apoyo al Colegio-Seminario de San José.
En otros números anima a implantar la Obra de Vocaciones Eclesiásticas por todas las diócesis y a ponerla "bajo la especial protección de san José y santa Teresa de Jesús, porque son dos almas llamadas por Dios a cooperar muy eficazmente con su intercesión al buen éxito de esta empresa, que debe llamar preferentemente la atención de todos los católicos"
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