Pasar al contenido principal
#007300

«Los refugiados son personas como nosotros, queremos estar con ellos»: Francisco

19 de junio de 2016
«Los refugiados son personas como nosotros, queremos estar con ellos»: Francisco

«Nosotros estamos de la parte de quienes se ven obligados a huir. Los refugiados son personas como todos nosotros y sus historias nos llaman a la acogida». Nuevo llamado…

 «Los refugiados son personas como todos, pero a las que la guerra les ha quitado la casa, el trabajo, los parientes, los amigos. Sus historias y sus rostros nos llaman a renovar el compromiso para construir la paz en la justicia —subrayó el Pontífice durante el Ángelus de hoy. Por ello, queremos estar con ellos: encontrarles, acogerles, escucharles, para convertirnos juntos en artesanos de paz».

 Mañana, recordó, se festeja la Jornada Mundial del Refugiado promovida por la ONU. Todos, añadió Francisco, «necesitamos» respuestas a nuestras preguntas concretas: «Cristo es la única respuesta al vacío interior». Francisco invitó a los fieles a «profesar con alegría que Jesús es el Hijo de Dios, la Palabra eterna del Padre que se hizo hombre para redimir a la humanidad, vertiendo sobre ella la abundancia de la misericordia divina».

Hoy «el mundo tiene más que nunca necesidad de Cristo, de su salvación, de su amor misericordioso: muchas personas advierten un vacío a su alrededor y dentro de sí, tal vez incluso nosotros a veces». Otras, advirtió Jorge Mario Bergoglio, «viven en la inquietud y en la inseguridad debido a la precariedad y de los conflictos». Y «todos necesitamos respuestas adecuadas a nuestras preguntas concretas. En Cristo, sólo en Él, es posible encontrar la paz verdadera y el cumplimiento de toda aspiración humana. Jesus —añadió el Papa— conoce el cortado del hombre como nadie. Por ello puede curarlo, dandole vida y consolación».

La reflexión que ofreció el Papa partió del Evangelio del día. «Después de haber concluido el diálogo con los Apóstoles, Jesús se dirige a todos diciendo: ‘Si alguien quiere seguirme, que reniegue de si mismo, que tome su cruz cada día y me siga’. No se trata de una cruz ornamental, o ideológica, sino de la cruz del propio deber, del sacrificarse por los demás con amor, de la disponibilidad a ser solidarios con los pobres, a comprometerse por la justicia y la paz». Jesús, «mediante el Espíritu Santo, nos da a fuerza para seguir adelante en el camino de la fe y del testimonio». Y en este camino «siempre está cerca de nosotros y nos precede la Virgen: dejémonos llevar de la mano por ella, cuando estemos pasando los momentos más oscuros y difíciles».

La Plaza San Pedro, como todos los domingos, estaba llena de fieles y peregrinos. Ayer, Papa Francisco durante la visita a la Villa universitaria para estudiantes indigentes «Villa Nazareth» reflexionó sobre la sensación de vacío. Francisco describió su vocación y su camino de fe, en los que no han faltado momentos de crisis. «Muchas veces me encuentra en crisis con la fe, a veces he tenido la audacia de regañar a Jesús e incluso de dudar. ¿Esto será la verdad? ¿Será un sueño? Un cristiano que no ha sentido esto algunas veces, a quien la fe no ha entrado en crisis, le falta algo». Después exhortó a los jóvenes a «ensuciarse las manos, a arriesgar, a acoger» sin conformarse con «una vida estacionada, como las momias del museo», incluso con la posibilidad de equivocarse.

«Unámonos en oración con nuestros hermanos ortodoxos por el Santo y Gran Concilio de la Iglesia Ortodoxa que comienza hoy en Creta», pidió ante los fieles reunidos en la Plaza San Pedro y también desde sus cuentas de Twiter.

 

 (imagen: periodistadigital)

Aumentar
Fuente
Disminuir
Fuente

Otras noticias

#397dff
#007300

Noticias relacionadas