Los seres humanos son un fin, jamás un medio

Monseñor Janusz Urbańczyk, representante permanente de la Santa Sede ante la Osce, dijo en Viena, en la conferencia de la Alianza contra el tráfico de seres humanos, que…
Se calcula que en Europa han desaparecido más de 10.000 niños migrantes en los últimos años. Estos niños han llegado buscando una mejor vida en seguridad, educación, libertad de conciencia y culto, salud, etc., la mayoría perdieron a sus padres en la guerra, durante el viaje o migraron solos. Ellos son con frecuencia objeto de explotación para obligarles a mendigar, realizar robos, tráfico de drogas, venta de mercancía robada y también explotación sexual, prostitución y extracción de órganos.
La denuncia la hace monseñor Janusz Urbańczyk, representante permanente de la Santa Sede en la Osce, la Organización para la seguridad y la cooperación en Europa. Urbańczyk enfatiza el compromiso de la Iglesia para asistir a los menores que se encuentran en estas condiciones críticas. Afirma que es necesario un compromiso transversal y multidisciplinar, que por un lado ofrezca asistencia y ayuda y por el otro dé una posibilidad real de liberación de la explotación.
“La persona –afirma monseñor Urbańczyk citando al papa Francisco, es siempre un fin y nunca un medio”. Este principio, fundamental e indeleble en todas las circunstancias, está también en la Declaración universal de los derechos del hombre, por eso el fenómeno de la trata asume las características de “una vergüenza intolerable” y debería ser reconocido como “crimen contra la humanidad”.
El llamamiento de la Santa Sede es por tanto desarrollar canales regulares y controlados para los inmigrantes. Ya desde hace tiempo la Iglesia es activa en la realización de redes de protección y ‘pasillos humanitarios’ que reduzcan el riesgo de trata en diversos territorios.
(imagen: flicker.com; Unicef.es)
Fuente Disminuir
Fuente



