Pasar al contenido principal
#007300

Ventiún mártires en Egipto

15 de febrero de 2015
Ventiún mártires en Egipto

Ante la masacre de los 21 egipcios coptos decapitados en Libia por los yihadistas afiliados al Estado Islámico (Is), el patriarca de Alejandría de los coptos católicos,…

El Primado de la Iglesia copta católica invita a ver la trágica muerte de estos hermanos copto ortodoxos con una mirada iluminada por la fe, mientras considera como algo importante que en todo el país, ante la sangrienta barbarie de los yihadistas, se este produciendo una oleada de reacción humanitaria. 
“Este trágico episodio - dice el padre Hani Bakhoum Kiroulos, secretario del Patriarcado copto católico - está uniendo a todo el país, cristianos y musulmanes. Si el objetivo era dividirnos, su proyecto ha fracasado.

La dura condena de la Universidad de Al Azhar (máximo centro teológico del Islam sunita) ha sido inmediata e inapelable. Así como la operación militar de la aviación egipcia contra las bases del Estado Islámico en Libia muestra que para el gobierno los ciudadanos egipcios son todos iguales, y que Egipto se siente atacado como nación por el delirio de estos terroristas sedientos de sangre”. 
El vídeo de la decapitación de los 21 coptos secuestrados en Libia a principios de enero ha sido subido al web por los yihadistas ayer, 15 de febrero.

En la madrugada de hoy, aviones del ejército egipcio han atacado y bombardeado las posiciones de los yihadistas en Libia, especialmente en la zona de Derna. “La venganza por la sangre de los egipcios – se lee en el comunicado de prensa de las fuerzas armadas egipcias sobre las incursiones en territorio libio - es un derecho absoluto y será aplicada”. Egipto - se lee en el texto – reivindica el derecho de defender su seguridad y estabilidad ante los actos delictivos cometidos por “elementos y formaciones terroristas dentro y fuera del país”. La Presidencia egipcia ha decretado siete días de luto nacional por la masacre de los 21 coptos. 

 

¿Quiénes son los coptos?

Por gentileza del Doctor Mario Madrid-Malo G. se transcribe uno de los artículos  de su muy visitado e ilustrativo blog

 

El domingo por la noche la televisión informó que veinticinco coptos murieron a manos de militares en El Cairo mientras participaban en una marcha de protesta por la quema de uno de sus templos en el sur de Egipto. Cuando el lunes pregunté a cinco vecinos y amigos si sabían quiénes eran los asesinados en aquella matanza, tres me respondieron que lo ignoraban, uno los confundió con los gnósticos y otro —en el colmo del despiste— los supuso miembros de un grupo integrista islámico. En el mundo de hoy, repleto de violencia contra las minorías religiosas del África y del Asia, muy pocos integrantes de las sociedades occidentales saben con exactitud cuál es la identidad espiritual de los perseguidos.

En cuanto a mí, si alguna noticia documentada tengo de los coptos es porque como profesor de derecho público eclesiástico debía referirme a ellos al tratar el tema de las iglesias orientales. También he tenido el privilegio de acceder a su música ritual, divulgada por los discos de George Kyrillos.

La palabra copto (del griego aygyptio = egipcio) designa a los fieles de dos iglesias cristianas de origen alejandrino: la Iglesia Copta Ortodoxa y la Iglesia Copta Católica. Según una tradición antiquísima, el evangelio fue llevado a tierras egipcias por san Marcos, el evangelista, martirizado en Alejandría hacia el año 64 d.C. En esas tierras surgió, con los solitarios del desierto —los eremitas—, el monaquismo cristiano.

La Iglesia Copta Ortodoxa, que al comenzar el siglo V contaba con más de cien obispos, rompió sus lazos con el papado en el año 580, cuando el patriarca de Alejandría, Damián I, abrazó la doctrina monofisita condenada por el concilio de Calcedonia en 451 (el monofismo es la enseñanza teológica de Eutiques, según la cual en Cristo hay una sola naturaleza). Hostilizados con frecuencia por las autoridades del imperio turco, los coptos ortodoxos —cuya liturgia se celebra en egipcio antiguo y en árabe— son hoy unos seis millones, y también tienen comunidades en Etiopía, Eritrea, El Líbano, Sudán, Australia, España, Canadá y los EE.UU.

La Iglesia Copta Católica —unida a Roma— fue organizada en el siglo XVIII por misioneros franciscanos y jesuitas, pero sólo se estableció canónicamente como patriarcado en 1895. Aunque entre 1908 y 1947 su sede patriarcal estuvo vacante a raíz de conflictos litúrgicos y disciplinarios, hoy tiene 200.000 miembros, algunos de los cuales viven desde hace varias décadas en Europa y América.

En los últimos años las dos iglesias coptas han sido víctimas del fundamentalismo musulmán. Los cristianos de Egipto no sólo sufren diversas formas de discriminación jurídica y social, sino que afrontan actos de extrema violencia contra su vida, su integridad y sus propiedades (entre ellos matanzas, palizas, violaciones, incendios y saqueos). "Desde la caída de Mubarak, y pese a las expectativas iniciales —informa un corresponsal español en El Cairo—, el número de incidentes provocados por ataques de radicales musulmanes [contra los coptos] ha seguido aumentando, ante la aparente pasividad del gobierno militar provisional".

Más de cien mil coptos salieron de Egipto en el primer decenio del siglo XXI, y los que aún quedan allí sienten gravemente amenazada la supervivencia de aquella venerable comunidad. Su notoria disminución, que comenzó en el siglo VII con la conquista árabe, constituye uno de los capítulos más dolorosos de la historia del cristianismo en oriente.

"¡Con el espíritu y la sangre nos sacrificamos por la cruz!", vociferaban los coptos en la manifestación atacada el domingo. "¡Alá es grande!", gritaron a su paso matones islamitas. Algunos analistas han llegado a temer que en Egipto estalle un conflicto armado entre cristianos y mahometanos. Si tal desgracia ocurre, lo más probable es que otra minoría religiosa sea aniquilada.


marioenelblog.blogspot.com

 

 

Aumentar
Fuente
Disminuir
Fuente

Otras noticias

#397dff
#007300

Noticias relacionadas